Esta culpa no es mía

Hace unos veinte años atrás participé por primera vez en una capacitación sobre prevención de abuso sexual en niños, niñas y adolescentes. El taller fue muy bueno, estuvo muy bien preparado y trasmitido.

Terminado el taller, volví a mi ciudad muy emocionada por lo aprendido y comencé a compartir los temas con algunas personas. Lo que me sorprendió mucho fue que cada una de ellas, en medio de la conversación, me decía: “yo pasé por abuso cuando era niña”.

Luego de hablar con 4 personas muy cercanas y escucharlas decir que habían pasado por abuso, ya no quise tocar el tema con nadie más por un buen tiempo, era muy fuerte para mí.

Un común denominador en las historias que escuchaba, era la culpa; a lo largo de los años de hablar de diferentes temas con mujeres, he visto que el abuso sigue siendo una realidad latente en sus vidas y la culpa el gran peso que cargan que nos las deja avanzar en sus vidas.

Sin embargo, hoy quiero decirte que ninguna niña, adolescente o mujer busca ser abusada; lo mismo en el caso de los hombres, ningún niño o varón busca ser abusado.

Sé que con decirte “no fue tu culpa” no haré que dejes de sentirla, pero te animo a ir a Dios con el peso que has cargado después del abuso, con esa culpa, y dejarla a los pies de Cristo para recibir su gracia y sanidad y así un día puedas decir con toda libertad “esta culpa no es mía”.

No fue tu culpa

No eres culpable de tu abuso. Quien te dañó te hizo creer que eres culpable porque supuestamente “lo permitiste” o porque sentiste satisfacción; pero recuerda que somos seres sexuados, nuestro cuerpo reacciona al toque y a las caricias, Dios nos creó así.

Por otro lado, si no has hablado del tema con nadie, te animo a contárselo a alguien de confianza que pueda acompañarte en el proceso de sanar las heridas de tu corazón. Dios nos dice a través de la Biblia:

Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Gálatas 6:2

Caminar al lado de otras personas que nos sostienen nos hace más llevadero el camino. Espero que puedas recorrerlo con las personas correctas.

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